
Había una vez, en un tiempo muy, muy lejano, cuando los mapas no estaban completos y el mundo era un gran misterio, un valiente explorador llamado Fernando de Magallanes soñaba con algo increíble: ¡dar la vuelta al mundo!

Fernando de Magallanes fue a ver al Rey de España, un hombre muy sabio llamado Carlos I de España, y le dijo: «Majestad, ¡podemos encontrar una nueva ruta a las especias y probar que la Tierra es redonda navegando siempre hacia adelante!» El Rey, intrigado, decidió ayudarle.

Así, se prepararon cinco barcos fuertes y valientes: la Trinidad, la San Antonio, la Concepción, la Victoria y la Santiago. Estaban llenos de comida, agua y muchos marineros emocionados, ¡listos para la gran aventura!

El 10 de agosto de 1519, desde el puerto de Sevilla, los barcos zarparon. ¡Adiós, España! ¡Hola, océano inmenso! Los marineros estaban un poco nerviosos, pero sobre todo, ¡llenos de esperanza!

El viaje fue largo y lleno de desafíos. Hubo tormentas gigantes que movían los barcos como juguetes, y a veces, la comida escaseaba. Pero Fernando de Magallanes y su tripulación eran muy valientes y no se rendían.

Después de cruzar un océano enorme, llegaron a unas islas lejanas. Allí, en la isla de Mactán, en las Filipinas, en una batalla inesperada, el valiente Fernando de Magallanes fue herido y tristemente, ¡murió!

Pero la aventura no terminó ahí. Un nuevo líder, un marinero español llamado Juan Sebastián Elcano, tomó el mando. Juan Sebastián Elcano era un hombre fuerte y decidido, ¡y estaba decidido a terminar lo que Fernando de Magallanes había empezado!

Con solo dos barcos restantes, la Trinidad y la Victoria, y luego solo la Victoria, Juan Sebastián Elcano y su tripulación continuaron navegando por mares desconocidos, enfrentando más peligros y descubriendo lugares maravillosos.

Finalmente, después de casi tres años de viaje, el 6 de septiembre de 1522, el barco Victoria, con solo 18 marineros cansados pero felices, ¡llegó de vuelta a España! Habían logrado lo imposible.

¡Habían dado la primera vuelta al mundo! Demostraron que la Tierra era redonda y abrieron nuevas rutas para todos. Fue una aventura increíble que cambió la forma en que veíamos nuestro planeta. ¡Y todo gracias a la valentía y el ingenio de esos marineros españoles!